Imagen insignia de la parroquia

El Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad, es Dios. Verdadero Dios como lo son el Padre y el Hijo. Es el Amor del Padre y el Hijo.

Grupo de monaguillos y nuestra querida secretaria

Son un grupo excelente en la parroquia

Momento del Evangelio

Nuestro parroco Jose Luis y los monaguillos durante el evangelio

This is default featured post 4 title

Go to Blogger edit html and find these sentences.Now replace these sentences with your own descriptions.

This is default featured post 5 title

Go to Blogger edit html and find these sentences.Now replace these sentences with your own descriptions.

Ven y sigueme...

sábado, 30 de junio de 2012

Evangelio del Día: Sábado de la duodécima semana del Tiempo Ordinario.

PRIMERA LECTURA
Grita al Señor, laméntate, Sión 

Lectura de las Lamentaciones 2, 2. 10-14. 18-19
El Señor destruyó sin compasión todas las moradas de Jacob, con su indignación demolió las plazas fuertes de Judá; derribó por tierra, deshonrados, al rey y a los príncipes.
Los ancianos de Sión se sientan en el suelo silenciosos, se echan polvo en la cabeza y se visten de sayal;
las doncellas de Jerusalén humillan hasta el suelo la cabeza.
Se consumen en lágrimas mis ojos, de amargura mis entrañas; se derrama por tierra mi hiel, por la ruina de la capital de mí pueblo; muchachos y niños de pecho desfallecen por las calles de la ciudad.
Preguntaban a sus madres:
«¿Dónde hay pan y vino?», mientras desfallecían, como los heridos, por las calles de la ciudad, mientras expiraban en brazos de sus madres.
¿Quién se te iguala, quién se te asemeja, ciudad de Jerusalén?
¿A quién te compararé, para consolarte, Sión, la doncella?
Inmensa como el mar es tu desgracia: ¿quién podrá curarte?
Tus profetas te ofrecían visiones falsas y engañosas; y no te denunciaban tus culpas para cambiar tu suerte, sino que te anunciaban visiones falsas y seductoras.
Grita con toda el alma al Señor, laméntate, Sión; derrama torrentes de lágrimas, de día y de noche; no te concedas reposo, no descansen tus ojos.
Levántate y grita de noche, al relevo de la guardia; derrama como agua tu corazón en presencia del Señor; levanta hacia él las manos por la vida de tus niños, desfallecidos de hambre en las encrucijadas.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 73, 1-2. 3-4. 5-7. 20-21 
R. No olvides sin remedio la vida de tus pobres.
¿Por qué, oh Dios, 
nos tienes siempre abandonados, 
y está ardiendo tu cólera contra las ovejas de tu rebaño? 
Acuérdate de la comunidad 
que adquiriste desde antiguo, 
de la tribu que rescataste 
para posesión tuya, 
del monte Sión donde pusiste tu morada. R.
Dirige tus pasos a estas ruinas sin remedio; 
el enemigo ha arrasado del todo el santuario. 
Rugían los agresores en medio de tu asamblea, 
levantaron sus propios estandartes. R.
En la entrada superior abatieron a hachazos el entramado; 
después, con martillos y mazas, 
destrozaron todas las esculturas. 
Prendieron fuego a tu santuario, 
derribaron y profanaron la morada de tu nombre. R.
Piensa en tu alianza: 
que los rincones del país están llenos de violencias. 
Que el humilde no se marche defraudado, 
que pobres y afligidos alaben tu nombre. R.


EVANGELIO
Vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob

Lectura del santo evangelio según san Mateo 8, 5-17
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
-«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho. »
Jesús le contestó:
-«Voy -yo a curarlo. »
Pero el centurión le replicó:
-«Señor, no soy quién para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le dijo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace.»
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
-«Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; en cambio, a los ciudadanos del reino los echarán fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
Y al centurión le dijo:
-«Vuelve a casa, que se cumpla lo que has creído.»
Y en aquel momento se puso bueno el criado.
Al llegar Jesús a casa de Pedro, encontró a la suegra en cama con fiebre; la cogió de la mano, y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles.
Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él, con su palabra, expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos. Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías:
«Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades.»

Palabra del Señor.

Leer Mas

viernes, 29 de junio de 2012

Evangelio del Dia: Viernes de la duodécima semana del Tiempo Ordinario. San Pedro y San Pablo, Apóstoles.

PRIMERA LECTURA
Era verdad: el señor me ha librado de las manos de Herodes.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 12, 1-11
En aquellos días, el rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la Iglesia. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, decidió detener a Pedro. Era la semana de Pascua. Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel, encargando de su custodia a cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno; tenla intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua, Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.
La noche antes de que lo sacara Herodes, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel.
De repente, se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocó a Pedro en el hombro, lo despertó y le dijo:
-«Date prisa, levántate.»
Las cadenas se le cayeron de las manos, y el ángel añadió:
-«Ponte el cinturón y las sandalias.»
Obedeció, y el ángel le dijo:
-«Échate el manto y sígueme.»
Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad. Atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la calle, y se abrió solo. Salieron, y a¡ final de la calle se marchó el ángel.
Pedro recapacitó y dijo:
-«Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos.»

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 
R. El Señor me libró de todas mis ansias.
Bendigo al Señor en todo momento, 
su alabanza está siempre en mi boca; 
mi alma se gloría en el Señor: 
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor, 
ensalcemos juntos su nombre. 
Yo consulté al Señor, 
y me respondió, 
me libró de todas mis ansias. R.
Contempladlo, y quedaréis radiantes, 
vuestro rostro no se avergonzará. 
Si el afligido invoca al Señor, 
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R.
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. 
Gustad y ved qué bueno es el Señor, 
dichoso el que se acoge a él. R.


SEGUNDA LECTURA
Ahora me aguarda la corona merecida. 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 6-8. 17-18
Querido hermano:
Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.
El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios.


EVANGELIO
Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos. 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
-«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron:
-«Unos que Juan Bautista, otros que Ellas, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó:
-«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
-«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió:
-«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»

Palabra del Señor.

Leer Mas

jueves, 28 de junio de 2012

Evangelio del Día: Jueves de la duodécima semana del Tiempo Ordinario.

PRIMERA LECTURA
Nabucodonosor deportó a Jeconías y a todos los ricos de Babilonía 

Lectura del segundo libro de los Reyes 24, 8-17 
Cuando Jeconías subió al trono tenía dieciocho años, y reinó tres meses en Jerusalén. 
Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elnatán, natural de Jerusalén. Hizo lo que el Señor reprueba, igual que su padre. 
En aquel tiempo, los oficiales de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén y la cercaron. 
Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a Jerusalén cuando sus oficiales la tenían cercada.
Jeconías de Judá se rindió al rey de Babilonia, con su madre, sus ministros, generales y funcionarios. 
El rey de Babilonia los apresó el año octavo de su reinado. 
Se llevó los tesoros del templo y del palacio y destrozó todos los utensilios de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho para el templo según las órdenes del Señor. 
Deportó a todo Jerusalén, los generales, los ricos -diez mil deportados-, los herreros y cerrajeros; sólo quedó la plebe. 
Nabucodonosor deportó a Jeconías a Babilonia. 
Llevó deportados, de Jerusalén a Babilonia, al rey y sus mujeres, sus funcionarios y grandes del reino, todos los ricos -siete mil deportados-, los herreros y cerrajeros -mil deportados-, todos aptos para la guerra. 
En su lugar nombró rey a su tío Matanías, y le cambió el nombre en Sedecías. 

Palabra de Dios. 


SALMO RESPONSORIAL 78, 1-2. 3-5. 8. 9 
R. Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre. 
Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad, 
han profanado tu santo templo, 
han reducido Jerusalén a ruinas. 
Echaron los cadáveres de tus siervos 
en pasto a las aves del cielo, 
y la carne de tus fieles 
a las fieras de la tierra. R. 
Derramaron su sangre como
agua en torno a Jerusalén, 
y nadie la enterraba. 
Fuimos el escarnio de nuestros vecinos, 
la irrisión y la burla de los que nos rodean. 
¿Hasta cuándo, Señor? 
¿Vas a estar siempre enojado? 
¿Arderá como fuego tu cólera? R. 
No recuerdes contra nosotros 
las culpas de nuestros padres; 
que tu compasión nos alcance pronto, 
pues estamos agotados. R. 
Socórrenos, Dios, salvador nuestro, 
por el honor de tu nombre; 
líbranos y perdona nuestros pecados 
a causa de tu nombre. R. 


EVANGELIO
La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 21-29 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Aquel día muchos dirán:
"Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?"
Yo entonces les declararé: 
'Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados." 
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. 
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se para aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente. »
Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como los escribas.

Palabra del Señor.

Leer Mas

miércoles, 27 de junio de 2012

Evangelio del Día: Miércoles de la duodécima semana del Tiempo Ordinario.

PRIMERA LECTURA
El rey leyó al pueblo el libro de la alianza encontrado en el templo y selló ante el Señor la alianza 

Lectura del segundo libro de los Reyes 22, 8-13; 23, 1-3 
En aquellos días, el sumo sacerdote Helcias dijo al cronista Safán: -«He encontrado en el templo el libro de la Ley. » Entregó el libro a Safán, y éste lo leyó. Luego fue a dar cuenta al rey Josías:
-«Tus siervos han juntado el dinero que habla en el templo y se lo han entregado a los encargados de las obras.»
Y le comunicó la noticia:
-«El sacerdote Helcías me ha dado un libro.»
Safán lo leyó ante el rey; y, cuando el rey oyó el contenido del libro de la Ley, se rasgó las vestiduras y ordenó al sacerdote Helcías, a Ajicán, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Miqueas, al cronista Safán y a Asalas, funcionario real:
-«Id a consultar al Señor por mí y por el pueblo y todo Judá, a propósito de este libro que han encontrado; porque el Señor estará enfurecido contra nosotros, porque nuestros padres no obedecieron los mandatos de este libro cumpliendo lo prescrito en él.»
Ellos llevaron la respuesta al rey, y el rey ordenó que se presentasen ante él todos los ancianos de Judá y de Jerusalén.
Luego subió al templo, acompañado de todos los judíos y los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, chicos y grandes.
El rey les leyó el libro de la alianza encontrado en el templu.
Después, en pie sobre el estrado, selló ante el Señor la alianza, comprometiéndose a seguirle y cumplir sus preceptos, normas y mandatos, con todo el corazón y con toda el alma, cumpliendo las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro.
El pueblo entero suscribió la alianza.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 118, 33. 34. 35. 36. 37. 40 
R. Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes.
Muéstrame, 
Señor, 
el camino de tus leyes, 
y lo seguiré puntualmente. R.
Enséñame a cumplir tu voluntad y
a guardarla de todo corazón. R.
Guíame por la senda de tus mandatos, 
porque ella es mi gozo. R.
Inclina mi corazón a tus preceptos, 
y no al interés. R.
Aparta mis ojos de las vanidades, 
dame vida con tu palabra. R.
Mira cómo ansío tus decretos: 
dame vida con tu justicia. R,


EVANGELIO
Por sus frutos los conoceréis 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 15-20 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Cuidado con los falsos profetas; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.

Palabra del Señor.

Leer Mas

martes, 26 de junio de 2012

Evangelio del Día: Martes de la duodécima semana del Tiempo Ordinario.

PRIMERA LECTURA
Yo escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David

Lectura del segundo libro de los Reyes 19, 9b-11. 14-21. 31-35a. 36
En aquellos días, Senaquerib, rey de Asiria, envió mensajeros a Ezequías, para decirle:
-«Decid a Ezequias, rey de Judá: "Que no te engañe tu Dios en quien confías, pensando que Jerusalén no caerá en ' manos del rey de Asiría. Tú mismo has oído hablar cómo han tratado los reyes de Asíría a todos los países, exterminándolos, ¿y tú te vas a librar?"»
Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó; después subió al templo, la desplegó ante el Señor y oró:
«Señor, Dios de Israel, sentado sobre querubines; tú solo eres el Dios de todos los reinos del mundo.
Tú hiciste el cielo y la tierra.
Inclina tu oído, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira.
Escucha el mensaje que ha enviado Senaquerib para ultrajar al Dios vivo.
Es verdad, Señor: los reyes de Asiria han asolado todos los países y su territorio, han quemado todos sus dioses, porque no son dioses, sino hechura de manos humanas, leño y piedra, y los han destruido.
Ahora, Señor, Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que sepan todos los reinos del mundo que tú solo, Señor, eres Dios.»
Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías:
-«Así dice el Señor, Dios de Israel: "He oído lo que me pides acerca de Senaquerib, rey de Asiría. Ésta es la palabra que el Señor pronuncia contra él:
'Te desprecia y se burla de ti la doncella, la ciudad de Sión; menea la cabeza a tu espalda la ciudad de Jerusalén.
Pues de Jerusalén saldrá un resto, del monte Sión los supervivientes.
¡El celo del Señor lo cumplirá!
Por eso, así dice el Señor acerca del rey de Asiría:
No entrará en esta ciudad, no disparará contra ella su flecha, no se acercará con escudo ni levantará contra ella un talud; por el camino por donde vino se volverá, pero no entrará en esta ciudad -oráculo del Señor-.
Yo escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi siervo. »
Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres.
Senaquerib, rey de Asiría, levantó el campamento, se volvió a Nínive y se quedó allí.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 47, 2-3a. 3b-4. 10-11 
R. Dios ha fundado su ciudad para siempre.
Grande es el Señor 
y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, 
su monte santo, 
altura hermosa, 
alegría de toda la tierra. R.
El monte Sión, 
vértice del cielo, 
ciudad del gran rey; 
entre sus palacios, 
Dios descuella como un alcázar. R.
Oh Dios, 
meditamos tu misericordia en medio de tu templo: 
como tu renombre, 
oh Dios, 
tu alabanza llega al confín de la tierra; 
tu diestra está llena de justicia. R.


EVANGELIO
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 6. 12-14 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros.
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas.
Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos.»

Palabra del Señor.

Leer Mas

lunes, 25 de junio de 2012

Evangelio del Día: Lunes de la duodécima semana del Tiempo Ordinario.

PRIMERA LECTURA
El Señor arrojó de su presencia a Israel, y sólo quedó la tribu de Judá

Lectura del segundo libro de los Reyes 17, 5-8. 13-15a. 18 
En aquellos días, Salmanasar, rey de Asiría, invadió el país y asedió a Samaria durante tres años.
El año noveno de Oseas, el rey de Asiría conquistó Samaria, deportó a los israelitas a Asiría y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las poblaciones de Media.
Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses, los israelitas habían pecado contra el Señor, su Dios, que los habla sacado de Egipto, del poder del Faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos y que introdujeron los reyes nombrados por ellos mismos.
El Señor había advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y videntes:
-«Volveos de vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos, siguiendo la ley que di a vuestros padres, que les comuniqué por medio de mis siervos, los profetas.»
Pero no hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios.
Rechazaron sus mandatos y el pacto que había hecho el Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo.
El Señor se irritó tanto contra Israel que los arrojó de su presencia.
Sólo quedó la tribu de Judá.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 59, 3. 4-5. 12-13 
R. Que tu mano salvadora, Señor, nos responda. 
Oh Dios, 
nos rechazaste 
y rompiste nuestras filas estabas airado, 
pero restáuranos. R.
Has sacudido y agrietado el país: r
epara sus grietas, que se desmorona. 
Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, 
dándole a beber un vino de vértigo. R.
Tú, oh Dios, 
nos has rechazado y no sales ya con nuestras tropas. 
Auxílianos contra el enemigo, 
que la ayuda del hombre es inútil. 
Con Dios haremos proezas, 
él pisoteará a nuestros enemigos. R.


EVANGELIO
Sácate primero la viga del ojo 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7,1-5
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.»

Palabra del Señor.

Leer Mas

domingo, 24 de junio de 2012

Evangelio del Dia: Domingo de la duodécima semana del Tiempo Ordinario. Natividad de San Juan Bautista.

PRIMERA LECTURA
Te hago luz de las naciones 

Lectura del libro de Isaías 49, 1-6
Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos:
Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre.
Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo:
«TÚ eres mi siervo, de quien estoy orgulloso.»
Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenla mi Dios.
Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel -tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-:
«Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.»

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 138, 1-3. 13-14. 15 
R. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente.
Señor, tú me sondeas 
y me conoces; me conoces 
cuando me siento o me levanto, 
de lejos penetras mis pensamientos; 
distingues mi camino y mi descanso, 
todas mis sendas te son familiares. R.
Tú has creado mis entrañas, 
me has tejido en el seno materno. 
Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente, 
porque son admirables tus obras; 
conocías hasta el fondo de mi alma. R.
No desconocías mis huesos, 
cuando, en lo oculto, me iba formando, 
y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R.


SEGUNDA LECTURA
Antes de que llegara Cristo, Juan predicó.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 22-26
En aquellos días, dijo Pablo:
-«Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: "Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos." Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: "Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias."
Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios:
A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación.»

Palabra de Dios.


EVANGELIO
El nacimiento de Juan Bautista. Juan es su nombre. 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 57-66. 80
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo:
-«¡ No! Se va a llamar Juan. »
Le replicaron:
-«Ninguno de tus parientes se llama así.»
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo:
-«¿Qué va a ser este niño?»
Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.

Palabra del Señor.

Leer Mas

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More