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lunes, 19 de septiembre de 2011

Evangelio del Día: Lunes de la semana 25 del Tiempo Ordinario

PRIMERA LECTURA
Los que pertenezcan al pueblo del Señor, que suban a Jerusalén para reconstruir el templo del Señor Comienzo del libro de Esdras 1, 1-6
El año primero de Ciro, rey de Persia, el Señor, para cumplir lo que habla anunciado por boca de Jeremías, movió a Ciro, rey de Persia, a promulgar de palabra y por escrito en todo su reino: «Ciro, rey de Persia, decreta: "El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra y me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá. Los que entre vosotros pertenezcan a ese pueblo, que su Dios los acompañe, y suban a Jerusalén de Judá para reconstruir el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios que habita en Jerusalén. Y a todos los supervivientes, dondequiera que residan, la gente del lugar proporcionará plata, oro, hacienda y ganado, además de las ofrendas voluntarias para el templo del Dios de Jerusalén." » Entonces, todos los que se sintieron movidos por Dios, cabezas de familia de Judá y Benjamín, sacerdotes y levitas, se pusieron en marcha y subieron a reedificar el templo de Jerusalén. Sus vecinos les proporcionaron de todo: plata, oro, hacienda, ganado y otros muchos regalos de las ofrendas voluntarias. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6
 R. El Señor ha estado grande con nosotros.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. R. Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos.» El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
R.
Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.
R.
Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas.
 R.
 EVANGELIO
El candil se pone en el candelero para que los que entran tengan luz.
 Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: -«Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»  Palabra del Señor. Leer Mas

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